En plena fiesta de su 25o cumpleaños Monty Brewster recibe la noticia de que su abuelo ha fallecido y le ha dejado un millón de dólares. Apenas se ha recuperado de la sorpresa cuando, poco después, muere un tío suyo del que apenas ha oído hablar y se entera de que en su testamento lo ha nombrado heredero de siete millones de dólares. Pero con una condición: en el plazo de un año, sin hacer donaciones benéficas, ni apuestas ni especulaciones, debe gastarse hasta el último centavo de la primera herencia recibida de su abuelo. Brewster ....

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